La Historia del Fado portugués es también la historia de su permanente interacción con otros géneros poético –musicales nacionales y internacionales.
Aun antes de su génesis en Lisboa en las décadas de 1820 y 30, converge en su proceso de formación los fados bailados afro-brasileños, los cantos de marineros, las modinhas sentimentales de salón, o los bailes y cantos regionales de todos los migrantes que afluyen a Lisboa en mil ochocientos.
Cuando entra en el Teatro Musical, en la segunda mitad el siglo XIX, el contacto con el couplet de revista se traduce poco a poco en el surgimiento y institucionalización del fado canción con refrán y coplas.
En el periodo entre las dos Guerras Mundiales, precisamente cuando el género se estabiliza en la nueva red profesional de casas de fado, le llegan ecos de la copla andaluza y del Tango Argentino. Amália y Carlos do Carmo introducen nuevas preocupaciones poéticas y inventan un formato de espectáculo en cena que lo hace circular por los grandes escenarios del Mundo.
Las jóvenes generaciones de fadistas de las últimas tres décadas abren un dialogo, aun mas alargado con otras Músicas Tradicionales Portuguesas, del Vira do Minho al cante alentejano y con otras músicas del Mundo, de la Morna a la Música Popular Brasileña, del Jazz a la Música árabe, de la canción de intervención al Folk. Y sin embargo este continúo proceso de cambio coexistió siempre con un fuerte sentido de tradición, de transmisión de un repertorio nuclear que es el imagen de marca de su identidad, con una forma de cantar, de decir y de sentir que es única y inconfundible.
El Festival de Fado va por esa razón dedicar esta su edición a un viajen por este recorrido mágico de dos siglos de permanencia y cambio, hecho de partillas, inter cambios, cruzamientos y fascinaciones mutuas del fado con las otras Músicas.
Rui Vieira Nery